La técnica de resucitar a la gente de Jesucristo, tenía un pequeño efecto secundario; como en en el caso de Lázaro: todo aquél que se acercaba a visitarle, acababa mordido o incluso devorado. Lo mismo le ocurrió al propio Jesús. Se había creado un ejército de zombis. Los valientes que intentaron acabar con ellos, conseguían matar a algunos pero los muertos se levantaban y les mordían, contagiándoles. La epidemia se propagó por toda Judea . La masacre duró muchos años (o siglos), hasta que, al no poder hacer nada para curarlos o matarlos, el ejército los envió, congelados y metidos en tanques, a presencia del Papa. Se decidió mantenerlos aislados de la gente y en secreto, durante bastante tiempo. Ya en nuestro tiempo, algún incauto abrió los tanques por equivocación (algo que nunca debió haber hecho). Los muertos empezaron nuevamente a atacar a la gente. Ni las balas ni ninguna otra cosa les afectaba. Al Papa lo metieron en un búnker hasta que acabase la maldición. "Esto es un castigo de Dios y no tiene remedio", decía la gente, aterrorizada. Los muertos más antiguos también se levantaron. La afirmación de la Biblia se había cumplido ("Los muertos regresarán a la vida") y el Apocalipsis había comenzado.
Vaya historia tétrica, chaval. Me suena a que has visto demasiadas veces "Cementerio viviente" y unas cuantas películas de zombies. Un saludo.
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